3 dic 2011

¡Días malos... Días buenos!

¡Hola! ¿Qué tal?

A lo largo de nuestras vidas, todos hemos pasado por días mejores y días peores. Hay días en los que parece que todo nos sale mal. Pero sólo son ¡momentos!

En las dietas, pasa lo mismo. Hay días en los que lo llevamos mejor, y otros peor. En el tiempo que dura una dieta, hay ocasiones en los que nos sentimos más fuertes y otras más débiles. Por lo que puede que esos días, en que la comida tienta más... o te apetece algo que no debes comer... ¡caigas! Y lo comas. Pero lo último que debemos hacer es sentirnos mal o culpables por ello, porque, como ya he dicho anteriormente, ¡NO SIRVE PARA NADA! Lo que es aconsejable pensar, es que después tenemos que seguir con nuestra dieta. No hay que desanimarse, otro día lo haremos mejor, y nos llevará un día más llegar a nuestro peso ideal o deseado. Por lo que, no es tan grave. Y mucho menos, hay que castigarse por ello. Con esto me refiero, a que si por la tarde te has comido un dulce que no debías,  no digas: no ceno y así recupero. Eso ¡es una tontería! Debes continuar con tu dieta, cenar lo que te toque, y seguir ADELANTE.

Así que ¡ÁNIMO! Es cuestión de tiempo y perseverancia.

¡ATRÉVETE A SENTIRTE BIEN!

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